Se llevó a cabo una operación aparentemente simple pero que implicó cambiar una pared por pilares cercanos, derribar paredes divisorias y mejorar estructuras e instalaciones en el techo. El resultado transformó por completo el espacio, mejorando la interacción entre visitantes y personal de recepción.
Se logró cumplir el objetivo de ampliar y mejorar la relación y comunicación de los usuarios en la recepción del centro cívico Casa Elizalde, que originalmente era una vivienda unifamiliar construida en 1882 en Barcelona.
La intervención solucionó problemas de salud, confort, humedad y sistemas obsoletos en los espacios que antes tenían poco valor. Se restauraron elementos históricos y se mejoraron las instalaciones, con la colaboración de la dirección del centro, el distrito de Eixample y Bimsa.
“Hay un cierto tipo de intervenciones arquitectónicas que se tienen que observar desde la corta distancia. Probablemente sea difícil para un observador no experto darse cuenta que puede haber un gran esfuerzo en algo que se podría decir es imperceptible, pero esto sucede, y, en gran medida, en la intervención del semisótano de la Casa Elizalde”.
Robert Brufau